
A ti no te conocí en pleno apogeo cósmico como a otros. No había luna meciendo a nadie, ni estrellas fugaces jugando con cometas al "corre corre que te pillo". El agujero negro seguía penando en su infortunio y los niños no disfrutaban de placenteros sueños, porque ya estaban en horas de clase.
No fue así, pero mi niña, no hacía falta una fiesta universal y creeme cuando te digo, que a quince días de mi boda con el hombre de mis sueños, mi interior celebraba la fiesta más grande de todos los tiempos.
Y fue ahí, cuando detrás de tantos muchachos asomaba una linda cabellera de reflejos dorados adornando una linda cara con dos broches de color azul y dulce sonrisa. Me abriste los brazos llenos de temple amarillo y fue ahí cuando afianzamos, aún hoy fuerte, un vinculo de amigas del alma.
Y hoy más que nunca, hoy que ya me encuentro con fuerzas, hoy que ya me valoro y quiero, necesito y quiero agradecerte y agradezco...
El haberme ayudado en una ciudad nueva; el haberme brindado tu amistad incondicional; estar en lo bueno como mi día tras día, las risas, tus y mis intimidades amorosas, tus aventuras y desventuras, acompañarme durante mi embarazo deseadísimo con paciencia, amor y muchos muchos donuts; el nacimiento de lo más grande de mi vida, mi hijo; y en infinidad de horas acumuladas de buenas experiencias.
Gracias por tu hombro en el comienzo de la tormenta, por tu paraguas en el gran chaparrón de mi separación; por haberme brindado tu familia, tu casa y compartir conmigo a tu mami. Por hacerme sentir habitada en momentos de máxima desolación, por abrirme los ojos diciendome las cosas claras, igual que esa hermana, como la cual te siento.
Gracias también por tu grandeza y bondad interior a todos los niveles, por nuestro mundo paralelo al de todos, por nuestra complicidad adquirida juntas en estos 6 años de madurez; un gracias muy grande por querer a mi hijo como has demostrado hacerlo, por quererme a mi, por hacerme quererte como lo hago, por ser tú, por los años vividos y venideros, y por mucho más por descubrir juntas. Un gracias de los más grandes.
Te quiero, amiga de pelo indefinido.
Esta carta me la escribió hace mucho tiempo una gran amiga, a la que con el paso de los años, considero mi hermana.
ResponderEliminarTe quiero.