
Dicen que si quieres, puedes...
O... ¿es tan solo una justificación para evitar sentir la frustación que se siente al querer hacer algo y no poder?
¿Hasta dónde estamos dispuestos a dar de nosotros mismos, por otra persona?
¿Hasta dónde podemos?
¿Dónde están los límites, entre la realidad y el deseo como dijo Cernuda?
¿He tomado la decisión acertada?
Tú, me responderás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario